Chistes de profesiones

Chistes de profesiones, chistes de albañiles, chistes de campesinos, chistes de profesores, chistes de humor de profesiones.

Algo para la diarrea

Entra un señor corriendo a una farmacia y dice “Rápido, deme algo para la diarrea, pero YA!!!” entonces el dueño de la farmacia, que era nuevo en el negocio, se pone un tanto nervioso y le da unas pastillas, el urgido las toma y se va.

Momentos despues el dueño de la farmacia se da cuenta de que por error e inexperiencia le ha dado al señor unas
pastillas para los nervios.

Horas después llega nuevamente el señor diarreico a lo que el
farmaceutico le dice “Mil disculpas señor, fijese que por error le dí un medicamento para los nervios en lugar de algún antidiarreico, pero dígame, ¿cómo se siente usted?”
y el otro responde “Cagao, pero no me importa.”

Sargento Fojones

Esto es el famoso sargento del ejército de tierra español, sargento Fojones (con F de Francia) que se dispone a dar su magnífico discurso de recibimiento a los novatos…

– Soldados! Yo soy el sargento FOJONES! con F de Francia! y al primero que haga un chiste lo dejo más blanco que mi hoja de servicio, ¿estamos?

– ¡¡SI SEÁ‘OR!! (con taconazo marcial y demás)

Pasan algunos días y nuestro sargento le pregunta de sopetón a un recluta:

– ¡¡ESCORIA!!! ¿Cómo me llamo?
– Con F de francia, SARGENTO FOJONES, ¡¡SEÁ‘OR!!

El sargento se va satisfecho con la respuesta y de día en día va repitiendo la pregunta hasta que un día topa con el lerdo (y no cerdo) del batallon, el soldado Bufón:

– ¡¡ESCORIA!!! ¿Cómo me llamo?
– Hmmmmm…. si hombre…. con F de Francia…. ah, ya! SARGENTO FESTICULOS, ¡¡SEÁ‘OR!!

Varios días después el recluta Bufón sale de la celda y en la
primera formación va el sargento Fojones y le pregunta:

– A ver, Bufón, inmundicia, ¿cuantas partes tiene un fusil?
– ¡¡DOS SEÁ‘OR!! FU Y SIL, ¡¡SEÁ‘OR!!

Fojones alterado le pregunta:
– Que, ¿de cachondeo, no?
– NO SEÁ‘OR, DE CALAHORRA, SEÁ‘OR!!

Ante tal atrevimiento, Fojones le suelta un hostiazo de la virgen al Bufón en plena jeta, la mejilla del soldado empieza a calentarse y a enrojecer…

– Y ESTO NO QUEDARA ASI, RECLUTA, EXCREMENTO!
– No SEÁ‘OR!, esto se hinchara y pondra morado con el tiempo…

Total, que Fojones, pasmado por la intrinseca inteligencia de sus máquinas de matar, se va a casa con su mujer, y cuando llega la pilla en pelota picada…

– Pero mujer, cielo, cariño, ¿qué haces en pelota?
– Es que no tengo nada que ponerme, ¡esposo mio!
– ¿Que no? Mira…

Fojones va hacia el armario (con lo que su mujer se pone a
temblar…) y empieza a contar vestidos…
– 1 vestido, 2 vestidos, 3 vestidos, Buenas Noches recluta Bufón, 4 vestidos, 5 vestidos….