Se le ordena a una división Siria que se reúna en la frontera con
Israel y que esperen escondidos a que les den la orden de ataque, pero un soldado de a pie israelí patrullando por la frontera los descubre. El comandante sirio ordena a un comando que vaya a matar al soldado israelita para que no delate la presencia de los sirios; el israelita rápidamente hecha a correr y se oculta detrás de una colina. Cuando el comando llega detrás de la colina, lo único que les llega a los sirios es el ruido de una breve lucha, y al cabo de un rato el soldado israelita vuelve a aparecer encima de la colina, haciéndoles un corte de manga.
El comandante sirio ordena a una patrulla con tres tanques que
vayan a matar al israelita, y vuelve a ocurrir lo mismo, tras oír gritos y
disparos, y ver volando cuerpos humanos y metralla por encima de la colina, el soldado israelita vuelve a subir y les hace otro corte de manga.
El comandante sirio, viendo perdido el factor sorpresa, decide pasar de la orden que le han dado de esperar a que le ordenen el ataque, así que lanza a toda la división al ataque; mientras bombardea el área de la colina con toda su artillería y toda la tropa avanza protegida por los carros blindados, sus helicópteros se apresuran a explorar la zona y recibe un mensaje de uno de ellos:
– Parad, parad, es una trampa! Hay DOS de ellos!!