El cura de un pueblo se jubila, y lo trasladan a un monasterio.
Todo el pueblo va a despedirlo al tren, pues ha estado 40 años en el pueblo, y cuando el tren partia, todo el pueblo gritaba:
-Adios padre, adios padre, y el cura respondia: “de casi todos, hijos mios, de casi todos”
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Comentarios (3)
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!
Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Me ha levantado el ánimo por completo, gracias.