Una noche, un pequeño avión volaba con cinco pasajeros: el piloto, Michael Jordan, Bill Gates, el Dalai Lama y un hippy. De pronto, algo explotó; la puerta de la cabina se abrió y salió el piloto:
– Caballeros, tengo buenas y malas noticias. Las malas noticias son que nos vamos a estrellar. Las buenas, que hay cuatro paracaidas… ¡ y yo tengo uno!.
El piloto abrió la puerta y saltó. Michael Jordan se puso en pie:
– Señores, soy el mejor atleta del mundo. El mundo necesita grandes atletas. Creo que merezco un paracaidas.
Dicho esto, tomó otro paracaidas y saltó.
Bill gates se levantó y dijo:
– Soy el hombre más inteligente del mundo. El mundo me necesita. Creo merecer un paracaidas.
Tomó uno y saltó.
El Dalai Lama y el hippy se miraron el uno y al otro. Finalmente, el Dalai Lama habló:
-Hermano, he tenido una vida satisfactoria y he conocido la felicidad divina. Tú tienes la vida por delante. Toma el paracaidas, yo caeré con el avión.
El hippy sonrió lentamente y le dijo:
– No te preocupes, calvito. ¡El hombre más inteligente del mundo acaba de saltar con mi mochila!.