– Dígame, señora, ¿por qué llama Antonio a su hijo, si su nombre es Pío?
– Debe usted saber que somos campesionos y tenemos muchos polluelos. Cuando le llamaba Pío, la casa se nos llenaba de polluelos.
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– Dígame, señora, ¿por qué llama Antonio a su hijo, si su nombre es Pío?
– Debe usted saber que somos campesionos y tenemos muchos polluelos. Cuando le llamaba Pío, la casa se nos llenaba de polluelos.
Comentarios (3)
Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Me ha levantado el ánimo por completo, gracias.
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.
¡Qué puntazo de chiste! Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.