Chiste Enfermedad contagiosa

Bengo a confesarme Padre
De que te acusas hija mia
Mi gran pecado es que cuando veo a un hombre, me cojen unos escalofrios, y unos picores por todo el cuerpo, que no puedo resistiro.
Tienes que moderarte hija mia!
Es imposible Padre, ahora mismo etoy oyendo su voz, y me dan unos sofocones, y unos picores que es imposible remediar.
El cura piensa: Esta tia es una cachonda mental, a esa ma la follo yo.Y le pregunta muy dulcemente:
¿Cuantos años tienes?
Ochenta y nueve primaveras
Lo tuyo no son picores, lo que tienes es sarna

Valora este chiste !!!
[Total: 0]

Comentarios (3)

De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.

Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Prometo contarlo en casa, nos encanta reír juntos.

Me he reído muchísimo con este chiste, de verdad. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Seguid publicando más, que alegran un montón. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.

Dejar un comentario

Compártelo con quien quieras