Enfermedad contagiosa

Bengo a confesarme Padre
De que te acusas hija mia
Mi gran pecado es que cuando veo a un hombre, me cojen unos escalofrios, y unos picores por todo el cuerpo, que no puedo resistiro.
Tienes que moderarte hija mia!
Es imposible Padre, ahora mismo etoy oyendo su voz, y me dan unos sofocones, y unos picores que es imposible remediar.
El cura piensa: Esta tia es una cachonda mental, a esa ma la follo yo.Y le pregunta muy dulcemente:
¿Cuantos años tienes?
Ochenta y nueve primaveras
Lo tuyo no son picores, lo que tienes es sarna

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *