Llega una piva de puta madre, masho, riquisima, y va y entra al confesionario, y le empieza al cura:
-Padre, vera, que creo que es pecado estar tan buena, porque una atrae a los chicos sin querer, pero cuando estoy hablando con un hombre, inmediatamente se me ponen los ojitos acuosos…
(El cura la mira a la cara, y no veas que ojazos tenia la tia, enormes, bien abiertos y luminosos, literalmente brillantes)
-…y me pongo como a sonreir, como una boba…(el cura la mira a la boca, y ve que, efectivamente, esta hablando mientras exhibe una enorme y encantadora sonrisa, y que sus
labios carnosos, perfectamente coloreados, estan entreabiertos mostrando unos dientes perfectos y una lengua sonrosadita)
-…y entonces no puedo evitar el empezar a juguetear con mi pelo, asi… (y el cura ve como se aparta su bonito pelo moreno, mostrando un apetitoso cuello y una linda orejita, con un pendiente verde que hace juego con el color de sus ojos)
-…y luego se me pone la piel de gallina y mire, mire como se me ponen los pechos…
(Y va la tia y la coge las manos al cura y se las pone en los pechos; bueno, unas tetas tremendas, grandecitas, duras, turgentes, bien puestas en su buen sitio… y los pezones erectos y durisimos, casi pinchandole al cura en la palma de las manos a traves de una blusita)
-…Y esto no es todo padre, por que cuando mas cerca estoy de un tio, mas suave se me pone er felpudito…(Y entonces le coge la mano del cura, y se la restriega primero por la pelambrera, sin nada de ropa interior, despues alrededor de sus suaves muslos, y luego se la lleva al grano, ya chorreando liquidillo, mientras la chica suspira levemente… el cura ya esta todo sofocado.)
-…Ve padre? y claro, entonces la tentacion es demasiado fuerte y no puedo evitar lanzarme…
La tia se mete a traves de la ventanilla, yendo directamente a por la bragueta del cura, que sale corriendo del confesionario y se va a arrodillarse enfrente del altar:
-Dios, que puedo hacer?
A lo que responde el cristo:
– Que que haces? DESENGANCHAME, HIJO DE PUTA!!
Moraleja: No desaproveches las oportunidades quete ofrece la vida