Chiste La viejita y el gigolo

Un joven, guapo, con un cuerpazo, estaba desempleado y decide prostituirse y pone en la puerta de su casa un letrero que con letras grandes decia:

CAMA: 1000
CATRE: 500
SUELO: 250

En eso pasa una viejita y se queda mirando muy atentamente el letrero.
Se va a su casa, rompe el cochinito, cuenta su dinero y se va al prostíbulo.

Al ver al joven, le extiende las monedas que lleva en la mano. El muchacho detenidamente la observa y cuenta el dinero: 1000.

El joven mira a la viejita picarona y le dice:
– ¡¡LO QUIERE EN LA CAMA!!
A lo que la viejita sonriendo con malicia le responde:
– No mijito, ¡¡¡LO QUIERO CUATRO VECES EN EL SUELO!!!

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Comentarios (3)

Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!

Brillante remate, me ha dejado con una carcajada tremenda. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. Lo voy a compartir con mis amigos para que se rían también. Lo guardo para contarlo en la próxima reunión, verás qué risas.

Tremendo humor, justo lo que necesitaba ahora. Muy ingenioso y bien escrito, ¡enhorabuena! Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Entretenidísimo, me hizo desconectar un rato.

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