Un sacerdote maneja su auto por una ruta y una señorita le hace dedo (autostop)
El cura la ve y detiene el auto para cargarla.
La chica se sienta a su lado dejando ver sus hermosas piernas, su piel de terciopelo, sus pechos que explotaban de su blusa y le pregunta
– ¿Hasta donde va padre? –
– Voy muy lejos hija, me han asignado una iglesia en el norte del país y hacia allí me dirijo. –
– Que bien, porque yo también voy hacia el norte. – Responde la chica.
Esa noche llegan a un pueblito perdido en el campo y cuando llegan al hotel, se encuentran de que sólo había una habitación con cama matrimonial.
– ¿Que problema hay padre?. Cojámosla – Dice la chica mientras la lujuria iluminaba su rostro.
Toman la habitación y ella luego de ducharse, se aparece ante el cura envuelta en una pequeña toalla que permitía adivinar hasta sus secretos más íntimos.
A lo que el cura, luego de apagar la luz le dice:
– Hija, no te olvides de que estás con un delegado del Señor –
Se acuestan y en la oscuridad se escucha:
– Padre… déjeme que se la bese. –
– Hija, recuerda con quien estás. –
– Dele Padre, se la beso. Le va a gustar –
– ¡Pero eres una pecadora!
– Un poquito Padre –
– ¡Respeta mis hábitos mujer!
– Esta bien Padre, voy a respetar sus hábitos, pero sáquemela del culo que me está doliendo mucho. –

Comentarios (3)
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. Así da gusto, humor sano y con mucha gracia. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Ahora mismo lo reenvío porque merece ser compartido.
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Me he quedado con una sonrisa tonta, ¡genial!
Qué chispa tiene este chiste, me partí de risa. Me quedo con la ocurrencia final, es genial. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. Qué arte, ojalá subáis más chistes así.