Un personajillo va a una tienda y le pide al tendero una lata de comida para gatos. El tendero, que ya conoce los habitos alimenticios de los nativos (segun el del chiste), contesta:
– Puedo ver a su gato ?
El sujetose pone rojo y se larga cortadisimo. Pero vuelve
al dia siguiente:
– Me da una lata de comida para perros ?
– Podria ver a su perro ?
Y de nuevo el cliente se siente descubierto, se pone colorado
y se va. Vuelve al dia siguiente con una bolsa, y el tendero cree que dentro habra algun conejo o algo parecido que haya cazado.
– Por favor, meta su mano aqui dentro !
– Vamos a ver que tienes… esto… hhhmmm… no se, que es esta
cosa humeda y calida ?
– Me da un rollo de papel higienico ?
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Comentarios (3)
Me ha encantado el giro final, súper ingenioso. Deberían hacer una serie solo con chistes como este. Me ha cambiado el ánimo para bien, gracias. ¡Más de estos, por favor! Me alegran el día.
De lujo este chiste, muy simpático y fresco. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. No puedo dejar de sonreír, qué bueno. Entretenidísimo, me hizo desconectar un rato.
Vaya ocurrencia más buena, me ha sacado una sonrisa enorme. Necesitaba una risa así, gracias por publicarlo. El juego de palabras está finísimo, me ha sorprendido. Humor del bueno, con gracia y sin ofender a nadie.