Un muchacho va a confesarse:
– Padre, me confieso que yo hago el amor con mi novia 15 veces al día. ¿Eso es pecado?
A lo que contesta el Cura:
– No hijo, mío, eso no es pecado, eso es mentira.
Un muchacho va a confesarse:
– Padre, me confieso que yo hago el amor con mi novia 15 veces al día. ¿Eso es pecado?
A lo que contesta el Cura:
– No hijo, mío, eso no es pecado, eso es mentira.