Un hombre  que nadaba por el mar en un día malo, viene una ola y lo hunde y se está ahogando en el mar. De pronto, pasa un barco y le ofrece su ayuda. El hombre les dice:
-No me salveis vosotros, Dios me auxiliará.
Al cabo de unos minutos pasa otro barco, que le ofrece ayudarle.
-No me salveis vosotros, Dios me salvará.
No aceptando la ayuda de los dos barcos, el hombre termina por ahogarse, y cuando sube al cielo le dice a Dios:
-¿Porqué no me salvaste?
A lo que Dios le contesta:
-¡Pero no vistes que te envié dos barcos!