Dos águilas están volando juntas entre las nuebes cuando, de pronto, pasa por encima de sus cabezas un avión a reacción, que deja tras de sí una larga estela de humo. Y dice una de las aguilas:
– Este pajarraco tiene mucha prisa
Y contesta la otra:
También la tendrías tu, si se te quemara la cola.