Donaciones

Están varios ancianos en una celebración. Un tipo se para y empieza a anunciar:

“Cuando me muera quiero donar mis ojos”.

Otro se para y dice:

“Cuando me muera quiero donar mi hígado”.

Todo el mundo empieza a decir lo que van a donar cuando mueran, pero falta un septuagenario. Cuando llega su turno declara:

“Cuando yo me muera voy a donar mi pene.

Y todos los presentes exclaman:

“¡Avemaría, nadie nunca dijo eso! ¡Viva el señor que va a donar su pene!”

Con el fin de felicitarlo, la concurrencia empieza a gritar:

“¡Que se pare, que se pare!”

El viejito, con una sonrisa, asegura:

“Si se para yo no lo dono”.

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Ahora es mío

Dos matrimonios vivían en casa contiguas, uno tenía ocho hijos y el otro ninguno. En esto que la que tenía ocho hijos queda embarazada. La que no tenía ninguno se encuentra con el marido de aquella y le dice:

-Asique tu mujer vuelve a estar embarazada
-Si-le contesta el marido- vamos a por el noveno.
-¡Cuanto daría y por tener uno.¡
A lo que el vecino le contesta:
-Por 100 Euros te soluciono el problema.
Ella se hizo la sorprendida se marchó a su casa. Pero siguió pensando en la “oferta” y, sin decirle nada a su marido, a los pocos días se presentó en casa del vecino con los cien euros.
A los nueve meses nació un precioso niño.
El padre putativo (nunca mejor dicho) estaba encantado con la criatura, pero la mujer empezó a sentirse culpable y un dia le dijo:
-Tengo que contarte la verdad, porque no puedo engañarte por mas tiempo. El niño no es tuyo. El vecino me dijo que él me solucionaba el problema por 100 euros y como teníamos tantas ganas de tener un hijo yo accedí.
El marido se quedó pensativo y le dice:
-Lo pagaste?
y ella le dice:
-Si
-Pues entonces no te preocupes, ahora ya es mío.

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