– Recuerden señores, dice el abogado, que la cartera de la víctima estaba vacía… Mi cliente mató sin ánimo de lucro. Yo espero que los señores jueces tendrán en cuenta el desinterés de esta acción. ¡Cosa rara en nuestros tiempos!
– Recuerden señores, dice el abogado, que la cartera de la víctima estaba vacía… Mi cliente mató sin ánimo de lucro. Yo espero que los señores jueces tendrán en cuenta el desinterés de esta acción. ¡Cosa rara en nuestros tiempos!