Deseperación en la mar

En un bote a la deriva, se encontraban unos náufragos que tenían varios días sin comer.
De improviso, uno de ellos saca su cuchillo y comienza a gritar desesperado:
“¡Me muero de hambre, ya no puedo más! ¡Me voy a
cortar el pene y me lo voy a comer!”
Sus compañeros, alarmados al ver que está a punto de mutilarse, le ruegan:
“¡No mames wey, piensa en tu novia, piensa en tu novia!”
El tipo, conmovido por las palabras de sus compañeros, suelta el cuchillo diciendo:
“Tienen razón cabrones, no me lo cortaré”.
“¡No, cabrón, piensa en tu novia para que se te pare y alcance para todos!”

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