El cazador y su amigo

Un cazador viajó al África a un safari. Al no encontrar auxiliares
para cargar su equipaje le ofreció bananos a un gorila y éste
comprendió la oferta y alzó con las carpas, las armas, los alimentos y
lo acompañó por todo el safari. Al cazador le salió más barato y con
un excelente servicio. Total, cuando el cazador iba a iniciar su
regreso se puso a pensar en las bondades de contar con el gorila para
próximos safaris y decidió llevarlo a casa. Llegó a casa a altas horas
de la noche, acomodó al gorila en el patio de la casa y entró a su
habitación después de dos meses de ausencia. Al otro día, la señora
del cazador se levanta temprano y le comenta a la muchacha del
servicio llena de felicidad:
María, después de dos meses mi marido regresó y ¡qué regreso!: tres
relaciones increíbles.
Eso no es nada, señora, el amigo que trajo me echó ocho y ni siquiera
se quitó el abrigo, le contesta suspirando la muchacha.

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