El condenado espera la hora para su ejecución cuando llega el cura:
– Hijo mío, he venido a traerte la palabra de Dios.
– Pierde su tiempo, padre. Dentro de poco voy a hablar personalmente con él. ¿Quiere que le dé algún recado?
El condenado espera la hora para su ejecución cuando llega el cura:
– Hijo mío, he venido a traerte la palabra de Dios.
– Pierde su tiempo, padre. Dentro de poco voy a hablar personalmente con él. ¿Quiere que le dé algún recado?