El vampiro

En una finca a la media noche, en la frontera con México y los Estados
Unidos, moría una señora.
El padre de esta señora le decía a su yerno, “Vaya al pueblo y traiga
al médico urgentemente, no ve que su mujer se muere.”
El yerno respondía: “Pues vaya usted que es el padre”, y así discutían
sin llegar a un acuerdo.
El motivo por el cual no querian ir al pueblo era porque tenían que
pasar por un puente en donde la leyenda decía que aparecia el Vampiro
Fronterizo, un negro alto y fornido con una cosa más grande que la de
un burro y todo aquel que por ahí pasaba en la noche se lo cogía.
Estando en esta discusion llegó un vecino y les dijo: Acaso no saben
el rezo: Vampiro Fronterizo que por las noches volarás, a pesar de tus
hechizos mi culo no tocarás.
El esposo sale en su carro repitiendo este rezo durante todo el
camino. Al llegar al sitio se le aparece tremendo negro con el pene
parado y el esposo le dice: “Vampiro Fronterizo que por las noches
volarás a pesar de tus hechizos mi culo no tocarás.”
Se lo queda mirando el vampiro y le dice: ¡WHAT!

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