Un viejo muy borracho se mete en un bar lleno de gente y se sienta al lado de una mujer mayor que estaba sola. Al cabo de un rato, esta mujer nota un olorcillo muy sospechoso, y le dice cabreada:
– Perdone, señor, ¿se ha cagado usted ?
– Si, señora. Hics!
– Bueno, ¿y por que no va al baño a lavarse ?
– Hics! Porque no he acabado, señora.