Genio sin casa

Viene un vagabundo caminando, cabizbajo y triste cuando de pronto, en el suelo, ve una lata de sardinas. Sin interrumpir su paso, le da un puntapié a la lata y sin esperarlo; sale un genio de adentro del envase y le dice:
¡oh! Vagabundo, por haberme salvado te concederé un deseo, pide.
El vagabundo, repleto de alegría le dice:¡genio!, yo quiero una casa bien grande, bien grande, con columnas de mármol y fuentes de…
en eso el genio lo interrumpe:
¡Si hombre!!!, ¿Acaso no me ves a mí viviendo en esta lata de sardinas?.

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