Un guardia observó a un hombre que caminaba trabajosamente con un pie en la calzada y otro en la acera.
– Está usted borracho, le dijo
– ¿Ah sí?
– Al menos tiene usted el aspecto de estarlo
– ¡Menos mal! Creía que era cojo.
Un guardia observó a un hombre que caminaba trabajosamente con un pie en la calzada y otro en la acera.
– Está usted borracho, le dijo
– ¿Ah sí?
– Al menos tiene usted el aspecto de estarlo
– ¡Menos mal! Creía que era cojo.