Telepredicador y los abuelos

Una pareja de viejitos seguían la intervención de un famoso telepredicador:
– ¡Queridos hermanos y hermanas! Ahora concentraos y poned una mano sobre la pantalla del televisor unida a la mía y la otra mano en aquella parte de vuestro cuerpo enferma y rezad conmigo. ¡Por su sanación! ¡Yeahhh!
La vieja pone una mano en la pantalla y la otra en el corazón. El viejo pone una mano sobre la pantalla y la otra en sus partes. Y dice la vieja:
– ¿Qué no has oído bien? Va a sanar nuestras partes enfermas, no a resucitar a los muertos…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *