En un juicio público, el juez advierte a la sala: ¡ SILENCIOOO !
– Y vuelve a repetir…, ¡Silenciooo!…, Les advierto que como vuelva a oír hablar a alguien diciendo, ABAJO EL JUEZ, les echo a la calle.
– Y se oye una voz:
– ¡Abajo el juez! , ¡Abajo el juez!…,
– Y el juez exclama:
– La advertencia no es para usted, SEÁ‘OR ACUSADO.