Un perro lazarillo para todo

Un ciego entra en un centro comercial con su perro lazarillo. En ésto que coge al perro por el rabo y le empieza a dar vueltas como si de un lazo de cow-boy se tratara.
– Pero,…¡qué está haciendo hombre!,- dijo el segurata del centro
– Tranquilo, no se preocupe,- respondió el ciego, y añadió,- sólo estoy echando un vistazo.

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