Esto es un hombre que tenía un ojo de cristal. Un día comiendo sopa sin darse cuenta se le cayo al plato y se lo comió. Pasaron unos días y empezó a notar que le dolía la tripa por lo que decidió ir al médico
El médico le hace bajarse los pantalones y agacharse para mirarle por el culo, el enfermo hace lo que le dice y el médico se pone a mirar cuando de repente grita:
¡¡Hostia si hay gente!!