El parroquiano

Un parroquiano pasa por el consultorio de su médico de cabecera, y al verlo afuera meciéndose en una mecedora, le entabla conversación:
—Buenos días, doctor. ¿Y eso…?
—No. ¡Yo aquí matando el tiempo…!
—¿Y es que se le acabaron los pacientes…?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *