El vagabundo

Era un vagabundo que siempre se ponía fuera de una iglesia a pedir limosna con un sombrero, hasta que un día llegó con dos sombreros, y se le acercó un señor y le preguntó: Oiga usted, ¿Por qué trae consigo dos sombreros?
Y éste contestó:
Bueno, señor, la verdad es que me ha ido tan bien, que decidí abrir una sucursal.

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