De regreso de la modista

la esposa vuelve a casa con un magnífico vestido nuevo.
– ¿Cómo? grita el marido, ¿estás loca para haber echo ese gasto? ¿No sabes que estoy al borde de la quiebra?
– Sí, querido, lo sé; pero la modista todavía no lo sabe…

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