Un borracho llega a una caseta de feria y pide tres pelotas para derribar los muñecos. Lanza, los derriba todos y de premio le dan una botella de vino, Se la bebe, vuelve a lanzar y le dan otra botella de vino, al rato vuelve lanza y derriba, y el dueño de la caseta, para librarse de él, le da una tortuga que siempre estaba estorbando. Se va, y al rato vuelve, lanza y derriba todos los muñecos. El dueño de la caseta va a darle la botella de premio y dice el borracho “No quiero vino, quiero un bocadillo como el de antes, pero que el pan esté mas tierno”.