Compañeros de verdad

En el funeral de un albañil, un hombre desconocido por la familia llora amargamente, se le acerca la mujer del difunto, y dice:
-¿Era usted amigo suyo?
-Si
-¿Le quería mucho?
-Si, sus últimas palabras fueron para mi.
-¿Ah, si? y ¿cuáles fueron?
-Pepe, no muevas el andamio, que nos matamooos!!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *