Cuestiones gramaticales

Están dos gitanillos en el campo y de repente dice uno:
– Mira, mira, un “ligarto”.
A lo que el otro responde:
– Que no, Manué, que eso es un “legarto”.
Entonces empiezan a discutir:
– Eso es un “ligarto”
– Que no, que eso es un “legarto”
– Que no, que es un “ligarto”.
Y después de media hora de discusión deciden preguntárselo al padre, que estaba a pocos metros durmiendo la siesta bajo una encina:
– Áaaay, papa, qué es eso, que Manué dice que es un “ligarto”, y yo digo que es un “legarto”.
El padre se despereza, mira a los dos gitanillos, les dá un pescozón a cada uno y les dice:
– Sois unos incultos. Ambas palabras, “ligarto” y “legarto”, son sinagogas, pero la palabra trénica trénica es “Restil”

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