El borracho bien intencionado

Llega un borracho a su casa y su mujer de dice:
-¡mejor te diera vergÁ¼enza! vaya borrachera llevas.
Podías aprender de tu cuñado que ya no bebe, porque cuando pasa delante de un bar, da un salto, cuan ancha es la puerta, y lo deja atrás sin ningún problema y así no cae en la tentación.
Pues bien, el buen hombre lo intenta, se acerca a un bar, se para y salta delante y sigue caminando y dice: ¡bien, esto funciona!.
Vuelve a pasar por otro y da otro salto. Pero llega a uno que tenía la puerta muy ancha y cogiendo carrerilla la rebasa y se queda tan contento que se dice: ¡esto se merece una copa!

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