Esto era un matrimonio en el que ella tenía un amante. En esto que el marido decide este año ir a la playa de vacaciones.
Ella preocupada le dice al amante que a ver como se las van a arreglar, pero él le dice que no se preocupe de nada, que una vez en la playa empieze a gritar que se le ha metido un cangrejo en el coño y del resto ya se ocupa él.
Dicho y hecho, esa mujer que empieza a gritar, el marido histérico pidiendo un médico, y aparece el maromo.
¿Qué le pasa, señora? Ay, ay, que se me ha metido un cangrejo por ahí.
Bueno, no se preocupe que esto es muy habitual por aquí. Lo único que hay que hacer es que su marido meta el pito, el cangrejo pica y lo saca con cuidado.
¡¡Y una leche!! Usted es el médico, pues le mete usted el pito.
Dicho y hecho. Imaginar la escena, ese tío allí apretando, la mujer disfrutando y el marido mirando. En esto que dice el marido…
¿Qué?, pica o no pica… Y el otro dice… No, pero lo estoy machacando.