– Â Papi, ¡uich que ceba!, ¡imaginese que cuando iba saliendo del colegio un niño llegó y me gritó homosexual, homosexual!
– ¡Ajá! Y me imagino que usted corrió, lo alcanzó y le pegó.
– ¡Ay, no! Es que tenía las uñas recién pintadas.
– Â Papi, ¡uich que ceba!, ¡imaginese que cuando iba saliendo del colegio un niño llegó y me gritó homosexual, homosexual!
– ¡Ajá! Y me imagino que usted corrió, lo alcanzó y le pegó.
– ¡Ay, no! Es que tenía las uñas recién pintadas.