El niño inocente

Pedro fue a la pastelería y compró unos bombones. Al llegar a casa, se los comió todos en 30 segundos. Y su hermana le dice:
– ¿Te has comido todos los bombones tan rápido y no te has acordado de mí?
Y su hermano le contesta rapidamente:
– Claro que me he acordado de tí, por eso me los he comido tan rápido.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *