La mala suerte

Bastante maltrecho, Eulogio, peón de una constructora, vuelve a casa y le cuenta a su mujer que el andamio en que trabajaba con otros 3 obreros se ha venido abajo y a causa de la caída los 3 han muerto; sólo él se ha salvado.
-Imaginate, explica, el empresario deberá desembolsar un millón para cada una de las familias de las víctimas.
– Lo que te digo siempre, Eulogio, contesta malhumorada su mujer; cuando hay algún dinero que ganar tú siempre quedas de lado.

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