La rabia del ladrón

Dos ladrones iban a robar a Carrefour y habían hecho un agujero en la pared, pero el segurata los tenía calados y prefirió esperarlos por la noche. Pues nada, por la noche llegan los dos; uno asoma la cabeza por el agujero y se lleva el porrazo del segurata en toda la boca. Saca el tío la cabeza del agujero con la boca toda estallada, agarrándosela con la mano. Le dice el otro:
– Qué pasa, ¿no puedes entrar?
Y le responde:
– No, entra tú, que a mí me da la risa.

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