Las campanadas

Debido al fallecimiento del abuelo a los 95 años, el joven Camilo fue
a dar el pésame a su abuela de 90 años. Camilo llega y encuentra a la
anciana llorando y la consuela. Un rato después, ya más calmada, el
nieto aprovecha y le pregunta:
“Dime, abuelita ¿cómo murió el abuelo?”
“Fue haciendo el amor”, le confiesa la mujer.
Camilo, horrorizado, le replica que las personas de 90 años o más no
deberían tener sexo porque es muy peligroso. Pero la abuela le aclara:
“Lo hacíamos solamente los domingos, desde hace cinco años, con mucha
calma, al compás de las campanadas de la iglesia. Ding para meterlo y
dong para sacarlo… “¡Si no fuera por el hijoeputa del carrito de
helados, el abuelo estaría vivo!”

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