Un hombre va a ver a un amigo al hospital. En la clínica ve a su amigo con toda la cabeza vendada:
– Pero Pepe, ¿no te iban a operar de juanetes?
– Sí, pero es que el médico lo hizo tan bien, tan bien, que le dieron las dos orejas.
Un hombre va a ver a un amigo al hospital. En la clínica ve a su amigo con toda la cabeza vendada:
– Pero Pepe, ¿no te iban a operar de juanetes?
– Sí, pero es que el médico lo hizo tan bien, tan bien, que le dieron las dos orejas.