No hay brazos, no hay galletas

– Mamá, mamá, dame una galleta…
– Hijo, mira que eres, si quieres una galleta te subes al taburete, alcanzas la caja y cojes una galleta.
– Pero mamá, ¡si no tengo brazos!
– ¿Ah? No hay brazos, no hay galletas…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *