Noviazgo vasco

Resulta que Patxi tiene la primera cita con una mujer. Ya va siendo hora, ya que el chico ya cuenta con más de 20 años, y la madre no hace sino repetirle que ya va siendo hora de casarse. Pero resulta que la elegida es de Andalucía, y ahora se trata de convencerla para que se quede con Patxi en el País Vasco. Pues él consulta a su padre, y éste le da un par de consejos:” Mira, tú, recogela de casa en un deportivo descapotable, pero procura que se vea que el cochazo ha costado lo suyo, pa que ella vea que los Vascos somos ricos. Después, llevatela al restaurante más pijo de la ciudad, y deja que ella se harte con lo más caro del menú. Pues, si quiere camarones, pues camarones. Si quiere langosta, pues langosta. Tu invita, pa que vea que los Vascos somos, además de ricos, corteses. Y después llévatela a un hotel de 5 estrellas, alquila la suite más cara, y éntrala por la puerta en brazos, así ve que los vascos somos, además de ricos y corteses, fuertes. Y después, cuando se caliente así un poco el ambiente, pues tú te tocas una paja delante de ella. ¡Así la muchacha ve que los vascos somos ricos, corteses, fuertes, pero ante todo, independientes!”

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Resulta que Patxi tiene la primera cita con una mujer. Ya va siendo hora, ya que el chico ya cuenta con más de 20 años, y la madre no hace sino repetirle que ya va siendo hora de casarse. Pero resulta que la elegida es de Andalucía, y ahora se trata de convencerla para que se quede con Patxi en el País Vasco. Pues él consulta a su padre, y éste le da un par de consejos:” Mira, tú, recogela de casa en un deportivo descapotable, pero procura que se vea que el cochazo ha costado lo suyo, pa que ella vea que los Vascos somos ricos. Después, llevatela al restaurante más pijo de la ciudad, y deja que ella se harte con lo más caro del menú. Pues, si quiere camarones, pues camarones. Si quiere langosta, pues langosta. Tu invita, pa que vea que los Vascos somos, además de ricos, corteses. Y después llévatela a un hotel de 5 estrellas, alquila la suite más cara, y éntrala por la puerta en brazos, así ve que los vascos somos, además de ricos y corteses, fuertes. Y después, cuando se caliente así un poco el ambiente, pues tú te tocas una paja delante de ella. ¡Así la muchacha ve que los vascos somos ricos, corteses, fuertes, pero ante todo, independientes!”

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