Pidiendo a gritos

Como siempre, Isabel recita sus oraciones. En esta ocasión lo hace gritando:
– Niño Jesús, gracias por haber hecho venir a mi abuelita y, como eres tan bueno, regalame una bonita muñeca.
– ¡Cariño, no grites mucho!. el Niño Jesús no es sordo…
– El Niño Jesús no sé… pero la abuelita sí.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *