Pobres abuelos

A un sargento le notificaron que el abuelo de uno de sus hombres había fallecido, así que, cuando pasó revista , vociferó: ¡soldado Smith !¡Su abuelo murió! y el soldado Smith se desmayó. Una semana después llegó la noticia del fallecimiento de la abuela de otro, nuevamente vociferó: ¡soldado Jones su abuela está muerta! El hombre rompió a llorar. La rudeza de el sargento llegó a oídos del capitán quien le recomendó que fuera un poco más suave. A la otra semana recibió la noticia de que al soldado Miller se le había muerto el abuelo, recordando las palabras del capitán hizo que se formaran. Dijo: Todos los soldados cuya abuela esté viva den un paso a delante… ¡Usted no Miller!

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