La señora después de una trifulca con su marido, se desmaya. La sirvienta advierte al señor que no hay manera de reanimarla. El marido contesta tranquilamente:
– Dígale, en voz queda, que ha llegado la modista para probarle el vestido nuevo.
La señora después de una trifulca con su marido, se desmaya. La sirvienta advierte al señor que no hay manera de reanimarla. El marido contesta tranquilamente:
– Dígale, en voz queda, que ha llegado la modista para probarle el vestido nuevo.