Va un tio por el desierto cuando de repente, el camello que llevaba empieza a quedarse sin fuerzas. Él venga a darle porrazos y el camello no andaba. En eso que ve a lo lejos “Taller de camellos”. Y decide llevarlo a que lo miren.
Los empleados empiezan a mirarle por todas partes, pero no le encuentran nada.
-No obstante-dijo el mecánico-conocemos un método que hasta ahora nos ha dado resultado.
-Pues adelante-contestó el dueño.
El mecánico coloca al camello encima del foso, situándose él debajo, para observarlo. Entonces coge dos placas de acero, y le golpea las partes al camello; éste sale inmediatamente disparado, hasta el punto de no poder verlo.
-Pues sí que funciona este método-afirma el hombre-pero ahora hay otro problema… ¿cómo lo alcanzo?
-Ningún problema-contesta el mecánico-bájate los pantalones y colócate en el foso.