Tremenda confusión

Un joven quería obsequiarle un regalo de cumpleaños a su novia. Como tenían poco tiempo de conocerse, luego
de pensar por un largo rato, decidió comprarle un par de guantes blancos. Romántico, pero no tan personal.
Acompañado de la hermana menor de su novia, va de compras por el regalo: unos guantes blancos.
Aprovechando la ocasión, la hermana de su novia decide comprarse unos “panties”. Mientras pagaban, la
dependiente confundió las compras al tiempo de envolver. El novio tenía los calzones y la hermana los guantes.
Como todo novio detallista, decide enviarle una carta para acompamñar su regalo. Esta decia así:
Amor; Te escogí esto, porque me he figado que no acostumbras a usar esta prenda por las noches. Son de un
tono delicado, pero la dependiente me enseño los que traía puestos y parecía que apenas se ensucian. Le dije que
se probara los tuyos, y le lucían muy bien. Me hubiese encantado estar allí contigo para ponertelos por primera
vez, pues yo se que otras manos ya habrán pasado por ahí para cuando yo vuelva a verte. Cuando te los quites
recuerda soplarlos antes de guardarlos, pues naturalmente se habrán humedecido con el uso. Sólo piensa cuantas
veces los besaré este año por venir. Te adoro.
P.D. La última moda es usarlos doblados, enseñando un poco de pelusa al frente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *